Cómo conectar con la seguridad interna

Calmar el sistema nervioso a través de prácticas somáticas basadas en la teoría polivagal es en lo que me encuentro indagando actualmente. Un enfoque absolutamente revolucionario en el campo del bienestar y el desarrollo personal y en mi opinión, muy necesario para PODER SANAR y CONECTAR con la sabiduría del cuerpo.

Venimos al mundo preparados para la conexión y aunque pensemos que nuestra mente es la que controla todo, la manera en la que percibimos nuestra experiencia comienza en el cuerpo con el sistema nervioso autónomo. Es ahí donde surgen las historias sobre quiénes somos, cómo actuamos y qué sentimos.

Si miramos a través de la lente del sistema nervioso, podemos empezar a entender que todos intentamos anclarnos en un estado de seguridad para conectar con nuestro interior y con los demás.

La Teoría Polivagal fue desarrollada por el Dr. Stephen Porges en los 90′ y “según esta teoría, gran parte de la conducta social y las emociones tienen importantes condicionantes fisiológicos, los cuales son una consecuencia del peculiar modo en que los mamíferos han resuelto la regulación del sistema nervioso autónomo a través del nervio vago.”

Deb Dana, especialista en la terapia de la teoría polivagal, se refiere a ella como “la ciencia de sentirse lo suficientemente seguro como para enamorarse de la vida y asumir los riesgos de vivir.”

Hay una práctica de Deb Dana que me gusta mucho y que es muy sencilla de implementar; se llama : “El poder de un destello”.

Los destellos son esos micro-momentos en los que sentimos una chispa de energía reguladora. A medida que tomamos conciencia de estos destellos, sentimos cada vez más la energía de la seguridad y la conexión, aumentando nuestra capacidad de anclaje.

Para mí, mi destello favorito es conectar con la naturaleza, salir al jardín y escuchar el canto de los pájaros.

¿Hay algún destello ahora con el que puedas conectar?

Puede que lo experimentes en el cuerpo a través de los sentidos: un aroma, un sabor, con la vista, un sonido, algo que puedas tocar.

Encontrar “destellos” no significa que no experimentemos el sufrimiento. Más bien es un reconocimiento de que nuestro sistema nervioso es capaz de albergar tanto los momentos de seguridad como de supervivencia.

Cuando nos proponemos buscar intencionalmente nuestros destellos, a menudo nos sorprende lo que encontramos. Están a nuestro alrededor. “Son gotas de energía reguladora que aportan momentos nutritivos de conexión.”

Es muy importante conocer cómo funciona nuestro sistema nervioso para entender nuestros estados y comportamientos y como también aprender recursos para anclarnos en el presente y generar la seguridad y conexión que necesitamos para afrontar los desafíos.